Hay épocas en que suceden acontecimientos en nuestras vidas que recibimos con disgusto porque nos colocan en un plano distinto de lo cotidiano, y al principio nos preguntamos si era necesario transitar esa contingencia. Pero a poco de andar, quiénes han iniciado un camino de evolución espiritual encuentran en la situación una oportunidad para crecer, a la manera en que los orientales entienden el significado de la palabra «crisis».
Moni I. tuvo unos días difíciles por una complicación de salud de un ser querido, pero pasado el susto del primer momento su conexión espiritual se manifestó en pleno y la familia encontró la manera de encauzar la inquietud inicial, revisando vínculos y poniendo sobre la mesa sentimientos y emociones en un saludable ejercicio de transmutación. Sobre esos tópicos giró la larga conversación que mantuvimos al respecto, compartiendo cafés varios y un trozo de pasta frola entre las dos, mientras mirábamos el mar color gris desde la mesa elegida en Macondo.
Sin perjuicio de la facilidad con que se hilvanan las conclusiones cuando dos personas ponen el alma en una conversación, el afecto juega un papel trascendente en tal sentido porque quien hoy resulta receptor se ha encontrado o se encontrará mañana probablemente en el rol inverso. Entonces las reflexiones redundan tarde o temprano en beneficio de quiénes comparten ese saludable ejercicio de introspección mutua.
Cuanto nos cuesta a los seres humanos aceptar lo imprevisto por omnipotencia, la saludable certeza de que no tenemos en realidad ninguna certeza, la compleja relación con nuestros vínculos fundantes, la necesidad de transitar por la vida sin juzgar las vidas de los demás: al rememorar la tarde con Moni siento una clara sensación de agradecimiento. Porque en esta época turbulenta, donde el tiempo es un bien escaso y la cotidianeidad nos hace perder de vista lo trascendente, resulta un sagrado privilegio dedicar unas horas a reflexionar con una persona querida sobre crisis y oportunidades.
Francisco el hombre
El día 15 de marzo se inauguró como anexo del Museo de Arte Contemporáneo la exposición «Francisco, un argentino universal», dedicada al Papa que desde hace un año ha conmovido las estructuras tradicionales de la iglesia católica. Nosotros concurrimos con Juan el sábado, con la expectativa de ver el homenaje que el gobierno de la provincia de Buenos Aires organizó para un compatriota que ya ha dejado huella en la historia del mundo.
Habíamos tenido la inmensa suerte de estar muy cerca cuando hacía muy poco tiempo que ocupaba el cargo: un miércoles de abril del pasado año llegamos a Ciudad del Vaticano y las audiencias generales habían comenzado a hacerse al aire libre, en la Plaza San Pedro, debido a la cantidad de personas que concurrían desde la llegada de Francisco. Ese miércoles varias novias vestidas de blanco esperaban su bendición.
El clamor de la multitud agitando banderines y saludando, así como los celulares y máquinas de fotos que se enarbolaban anunciaron el ingreso de Francisco en el papamóvil. Lo teníamos a menos de cincuenta metros y nos separaban miles de personas congregadas en la Plaza, en la que se han instalado enormes pantallas para ver los eventos que se han multiplicado desde su llegada.
La impresión que me causó cuando lo vi ingresar al recinto soleado fue la de una estrella de rock que saludaba a sus fans: la sonrisa a flor de piel, los brazos en alto mientras el vehículo giraba alrededor de la plaza; una enorme energía blanca desplegándose poderosa ante la multitud emocionada. Cuando le conté mis impresiones a Silvia, mi psicóloga y guía, no nos pusimos de acuerdo en cuanto a la misión que creemos vino a cumplir Francisco: ella opina que es del Amor, en tanto que yo sostengo que es de la Paz. Ambas coincidimos en que encarna los postulados de la Era de Acuario: solidaridad, cooperación, horizontalidad.
Ese día nos sentimos orgullosos y emocionados mientras recorriamos el Vaticano, ya que no hubo persona que no nos felicitara y atendiera con deferencia al percatarse de que éramos argentinos. Desde la amable señora que atendía el baño de damas del restaurant hasta el dueño del comercio donde compramos varios recuerdos, todos los que de una manera u otra interactuaron con nosotros nos expresaron su agradecimiento por la llegada de Francisco. Y no había transcurrido un mes desde la asunción.
Al visitar el Museo Histórico, le hice una pregunta al formal custodio del magnífico espacio, y no sólo me respondió sino que nos hizo una visita guiada sobre las obras más destacadas: «son argentinos, como mi jefe», chapurreó en español. Con una sonrisa cómplice, nos llevó hasta una ventana que abrió subrepticiamente para enseñarnos la habitación donde reside Francisco. Las explicaciones incluyeron también aspectos mundanos; el Vaticano vive del turismo, las visitas habían disminuído y los comerciantes estaban preocupados por su supervivencia. Francisco produjo una explosión de fe y los habitantes respiraron aliviados: ahora no dan abasto a atender a las hordas de visitantes deslumbrados por el Papa.
En cuanto a la exposición que tuvo a nuestra ciudad como hito previo, se despliega en una carpa que ocupa 1200 metros cuadrados y será itinerante, para llevar el mensaje de Francisco respecto de la búsqueda de la unidad en la diversidad, la vocación por el diálogo y la importancia del poder entendido como servicio. Fotografías, videos y material audiovisual documentan la vida del Cardenal Jorge Bergoglio hasta aquel 15 de marzo histórico en el que un afable Francisco saludó fraternalmente al mundo: «Hermanos y hermanas, buenas noches».
Vale la pena tomarse un rato para escuchar los mensajes de este Papa profundamente humano, pronunciados con una sonrisa en los labios y una oratoria simple que llega al corazón: la necesidad de involucrarse en política, la exhortación a los jóvenes para que no permitan que las drogas les arrebaten la vida, la necesidad de superar el capitalismo destructor y deshumanizado, la vocación de servicio que debe primar en los integrantes de la iglesia. Y la necesidad como género humano de establecer vínculos de empatía, colaboración y compromiso con el prójimo y con uno mismo.
Francisco ha sido elegido por la revista Times como el hombre del año, lo han postulado al Premio Nobel de la Paz y quizás con el tiempo le serán atribuídos milagros que propiciarán la beatificación y hasta la santidad. Pero es, sobre todo, su humildad por sobre el ego al reconocerse pecador y recordarnos que es un destino del que ningún hombre se encuentra exento, la cualidad que lo enaltece y dignifica. Nada de lo humano nos es ajeno, recuerda con calma Francisco al mundo mientras sonríe, y es ese conocimiento de sí como hombre lo que le otorga su enorme dimensión espiritual.
Estrenos cristianos
La simbología cristiana tiene una influencia notable en los ornamentos utilizados por los seres humanos de todo el mundo; basta con imaginar la cantidad de cruces, rosarios y vírgenes de todo tipo, tamaño y precio que se comercializan a diario para darnos una idea de la enorme dimensión del fenómeno. En tal sentido, Ciudad del Vaticano es el lugar por excelencia donde la iconografía se despliega en todo su esplendor.
Se denomina «rosario» a las cuentas enlazadas que unen sus extremos en una cruz y se destinan a rezar, siendo uno de los símbolos que se emplean no sólo en el catolicismo. Entre los musulmanes, es común verlos con los dedos enredados en un rosario mientras se desempeñan en alguna actividad; recuerdo en Capadocia al guía que nos ilustró sobre ese rincón mágico de Turquía, quien mientras caminaba, conversaba y aún fumaba el narguile, pasaba una a una las cuentas del pequeño rosario que sostenía en su mano derecha.
El rosa es el color de la Virgen María, cuya festividad se celebra el 15 de agosto; según los estudiosos del culto a la Diosa Madre, el cristianismo reconvirtió la fecha dedicada a Cibeles (a quien se la recibía con lluvias de rosas por ser la Diosa de las cosechas), en la conmemoración de la Virgen. El pueblo seguía adorando al principio femenino que encarnaban las diosas de la tierra, entonces fue necesario sostener el día de culto que perduraba aún con el avance de la nueva religión. Similares situaciones se dieron en América Latina, originándose el sincretismo entre los símbolos de la religión de los conquistados y la que impusieron los conquistadores.
Sin perjuicio del carácter ornamental que tienen actualmente rosarios y cruces, respecto de esta última procuro no olvidar que hace más de dos mil años hubo un judío que pertenecía a la secta de los zelotes, que se formó con las enseñanzas de los esenios y luchó contra el yugo de los romanos. Su insolencia fue castigada con la crucifixión, parece que resucitó al tercer día y entonces por él muchos murieron, otros emprendieron guerras y erigieron imperios en su nombre. Pero lo cierto es que Jesús convirtió a la cruz en un símbolo de amor porque por amor murió clavado en el madero.
La pulsera, pequeño rosario, vino conmigo desde el Vaticano y fue adquirida en un negocio cuyo amable dueño es devoto confeso del Papa Francisco. Los aros los compré en L´Russe, encantadora boutique que se instaló el año pasado en la ciudad. Ambos se vinculan con la iconografía cristiana masivamente redescubierta a partir de nuestro argentino universal.
Bell@espíritu, qué placer leerte periódicamente!!!. Con referencia a los colores de tus estrenos cristianos y su identificación, me permito respetuosamente compartir que, desde la liturgia católica, el color por excelencia de la Virgen es el azul celeste (símbolo de pureza y virginidad) con más el blanco (pureza y júbilo) … porque el rosa (símbolo de gozo) se lo utiliza vinculado inmediatamente antes de la Navidad, en el tercer domingo de Adviento y también en uno de los domingos de Cuaresma como pausa al rigor penitencial. Algunos «modernistas americanos» vincularon en algunas casullas sacerdotales los colores celeste y rosa para usar en alguna festividad específica de la virgen bajo la advocación de María Auxiliadora (Salesiana por excelencia y Patrona del Agro Argentino) ya que el AZUL, es el color del manto de la Auxiliadora que expresa la realeza traducida en servicio, trabajo, honestidad, lealtad y señorío y el ROSADO, el color del vestido que expresa la «amorevolezza» que predicaba Don Bosco, que significa amor, traducido en obediencia, sencillez, femineidad, pureza, respeto. Seguramente encontraremos en el color rosa muchos más significados que los que hemos tu y yo advertido … Mi cordial saludo para tí y la comunidad de lector@s
Gracias por tu completo aporte, Jo. He revisado la fuente y es tal como expones, el color rosa es propio de Rosa Mística y algunos lo denominan magenta. Leonor Calvera en «Diosas, brujas y damas de la noche» hace referencia a que desde su reconocimiento por el clero en el Concilio de Éfeso, se erigieron catedrales en honor de María como Regina Coeli, la Reina del Cielo, y se le llamaba «Guirnalda de rosas» apropiándose precisamente del sentido que le daban los romanos a esta flor, al paso de la procesión de Cibeles en su rol de madre de los dioses.
Claro que las referencias de los historiadores quizás no coinciden con la liturgia católica, pero me parece que lo importante es el intercambio para fomentar la lectura y el interés por estos temas vinculados con lo femenino, que me parecen apasionantes.
Hasta tu próximo aporte, gracias otra vez y saludos para ti
Que bellas y profundas son tus palabras,..que fluyen con tanta espontaneidad y veracidad, en ellas me encuentro y reconozco. Acepto la circunstancia que transito, agradeciendo por el bien escondido que seguramente con el paso del tiempo develaré; todo lo que sucede conviene. Gracias por ser afable, por tu cariño a flor de piel, lo siento y agradezco la posibilidad de habernos reencontrado hermana del alma. Te quiere M.I.
Pomelina!! sos tann hermosa..que ternura!!. Ademas que ancestros..poco a poco te convertirás en la Reina de la Casa. Mimos ..mimos!!!
Gracias por tu comentario, Moni. El agradecimiento es mutuo, damos lo que recibimos.
En cuanto a Pomelina, tiene todos los mimos que deja que le hagamos, como corresponde a una digna representante de su raza.
Un placer leerte, coincido con todo lo que decis sobre las crisis y nos cuesta mucho aceptar las adversidades, porque somos asi, miedosos , incompletos. Yo misma estoy pasando con cosas asi, respecto de mi salud y estoy llena de miedos cada vez que tengo que ir al medico o hacerme un estudio. Trato de serenarme pero es dificil, el miedo aparece igual.
Me encanta Francisco, lo adoro. UN ser humano excepcional que Dios puso en este planeta para que nos guie.
Y te queria preguntar , en otro post mencionaste un comercio en La Plata que imita las bolas de Lush , quisiera saber el dato asi voy a husmear un poco. Beso grande!!! Y que tengas una excelente semana
Gracias por tus consideraciones, Estelita. En cuanto a las adversidades, creo que convertirlas en oportunidades es uno de los caminos para empezar a saltar de rango, aunque sea algo que no valoramos en principio, verlo es empezar a recorrer la mitad de la ruta.
Creo que Francisco es un buen parámetro en ese sentido, al reconocerse hombre y en consecuencia humano. Cuando sentimos miedo ante una circunstancia como la que estás describiendo, ello forma parte de nuestra condición humana: miedo sintió Jesús en el Monte de los Olivos porque sabía del destino cruel que le esperaba; de allí su frase «Padre, aparta de mí este cáliz». Y si él que fue uno de los cuatro maestros solares tuvo miedo, ¿cómo no vamos a sentirlo nosotras? Cada una tiene que hacer su trabajo y pedir ayuda para apartar el cáliz.
En tal sentido, darse los gustos y procurarse un mimo ayuda a transitar el momento. En «Reina Batata», subsuelo del Pasaje Rodrigo, calle 50 Nº 488 de La Plata, adquirió Juan los productos parecidos a los de Lush. No sé si ese local sigue allí, pero «Reina Batata» aún está en esa ciudad. Que lo disfrutes.
Beso y buena semana.
Ayer leyendo un Diario , en su Revista del Domingo , encontré una Publicación muy interesante sobre Ornamentos . Durante un año 18 fotógrafos retrataron adornos en distintas casas para entender la importancia de esos objetos para quienes los utilizan.


Algunos estudiosos del arte consideran al adorno del hombre primitivo como el germen de todas las expresiones artísticas. Millones de años después hay industrias que los serializan, museos que los rescatan, coleccionistas que se obsesionan, personas que destinan paredes y repisas a exhibirlos y, también, aquellos que los odian y los consideran objetos innecesarios.
Durante un año, un grupo de 18 fotógrafos, en el marco del taller Fotodoc dictado por Daniel Merle, hizo foco en esa necesidad de hombres y mujeres por el adorno: sofisticados o simples, de gran valor sentimental, piezas únicas y el tradicional «recuerdo de…». El resultado es un conjunto de 45 fotografías que indagan más allá del objeto: lo que los adornos dicen de nosotros.
¿Qué representa para una mujer una docena de platos colgados en una pared?, ¿Qué grita a los demás una repisa llena de recuerdos?, ¿Poner un adorno es romper el silencio? La muestra fotográfica colectiva «Y te diré quién eres» se hace estas y otras preguntas.
A partir de este jueves y hasta el 30 de abril se la puede visitar, con entrada libre y gratuita, en la Galería Arte x Arte, Lavalleja 1062, CABA en el horario de 13.30 a 20 y los sábados de 11.30 a 15.
http://www.galeriaartexarte.com/
Gracias por tu aporte, Marcela. Es un tema apasionante que da para sentarse a divagar una noche, copa de vino mediante, o para un taller con Silvia…
No cabe duda que los objetos hablan de nosotros, y la falta de ellos también. Ahora mismo recuerdo esos ambientes yuppies de la década del ´80 signados por un aparente ascetismo carísimo, en los que la ausencia de objetos expresaba tal vez la falta de arraigo interior y la carrera por poseer al dinero como un bien en sí mismo. «Nueve semanas y media» retrató con su estética algo de ésto.
También me he preguntado, y fue motivo de la entrada sobre «Souvenir perfumado», respecto de la necesidad de entregar objetos como recuerdo de algunos acontecimientos, ya que la mayoría tienen destino de papelera.
En fin, esta es una de las oportunidades en que lamento no vivir en Buenos Aires pese a que me parece una ciudad agresiva; porque culturalmente, estamos a años luz. De cualquier manera, espero que alguien pueda aprovechar los datos que generosamente has compartido respecto de este tema y de la exposición en la Galería Arte x Arte.